A propósito de celebrarse el Día Mundial contra el Cáncer de Ovario, la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) publicó información actualizada que nos orienta a prevenirla y combatirla
El cáncer de ovario puede prevenirse a través del chequeo anual preventivo y la práctica de hábitos saludables que nos ayuden a controlar algunos factores de riesgo.
De acuerdo con la información suministrada por la gerencia de educación de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, a través de su portal Cáncer Venezuela, el cáncer de ovario ocupó en 2018, el octavo lugar por incidencia y el séptimo por mortalidad entre todos los tipos de cáncer que afectan a la mujer en nuestro país.
Aprende a identificar sus síntomas
Aunque los síntomas pueden ser en algunos casos muy leves, variar de una paciente a otra o confundirse con los de cualquier otra afección, es conveniente identificarlos:
- Inflamación o distensión abdominal.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Sensación de saciedad rápida al comer.
- Cansancio (agotamiento extremo).
- Necesidad frecuente de orinar.
- Molestias o dolor en la zona de la pelvis y la espalda.
- Cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento.
- Cambios en el período menstrual o sangrado irregular.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
La detección temprana sigue siendo la clave
La detección precoz es la que nos permite diagnosticar el cáncer en personas que aún no presentan los síntomas, esto permite tratarlo adecuadamente en la etapa inicial, cuando tiene mejor pronóstico.
Además del chequeo anual, la identificación de pacientes en riesgo genético para padecer esta enfermedad, sigue siendo la medida más eficaz para la detección temprana.
Por ello la SAV recomienda realizar análisis genético en las siguientes pacientes:
-Con historia personal o familiar de cáncer de mama y ovario.
-Con cáncer de ovario a cualquier edad en ancestros judíos
-Con cáncer de mama a los 40 años o menos y con ancestros judíos Ashkenazi
-Con familiar en primer y segundo grado de consanguinidad con mutaciones BRCA1 o BRCA2.
No es prevenible, pero podemos reducir el riesgo
Si bien es cierto que, hay factores de riesgo que no podemos modificar, tales como:
- Ser mayor a 50 años, tener antecedentes familiares.
- Haberse sometido a tratamientos de fertilidad.
- Haberse sometido a terapia hormonal después de la menopausia.
- No haber tenido hijos o haber tenido su primer embarazo a término después de los 35 años.
- Antecedentes familiares de cáncer de ovario, de mama o colorrectal.
- Síndrome de harmatoma tumoral, causado por mutaciones. hereditarias en el gen PTEN
También hay factores que podemos contrarrestar mediante hábitos saludables. Estos serían el sobrepeso y obesidad, el hábito al tabaco y el consumo de alcohol.
Además, tomar píldoras anticonceptivas puede reducir el riesgo de padecer cáncer de ovario, por lo que es recomendable conversar con el ginecólogo sobre sus riesgos y beneficios.
Consulta a distancia, a través de la Clínica de Prevención del Cáncer
Si tienes alguna inquietud o duda al respecto, recuerda que la Clínica de Prevención del Cáncer (CPC) mantiene un servicio de consultas a distancia, donde a través del correo[email protected]te pondrán en contacto con un médico oncólogo que te podrá orientar mientras se reinician las actividades regulares al terminar la cuarentena.