En situaciones de alto nivel de complejidad social y económica, como las que atraviesa Venezuela durante la pandemia, en las que un alto porcentaje de las actividades de la vida diaria, la producción industrial y el comercio en general se han reducido al mínimo, hay algunos sectores que podrían considerarse prioritarios y que tienen un impacto importante en la seguridad biológica de todos los procesos, por su factor coadyuvante en la ruptura de la cadena de transmisión viral. Entre ellos, justamente está la fabricación, distribución y comercialización de productos de limpieza y aseo a granel mediante tanques dispensadores, basados en fórmulas que inactivan las estructuras moleculares de muchos microorganismos patógenos y en consecuencia, reducen la posibilidad de la transmisión del coronavirus. Este es el caso de la franquicia Dtallao, que con una serie de productos especializados, sirve desde hace más de 30 años a los habitantes de la zona de Barlovento y de otras zonas del Estado Miranda, en Venezuela, con la manufactura de productos y servicios de elevada calidad.
La clave en el crecimiento y la consolidación de la marca Dtallao en medio de una crisis tan severa, ha sido la flexibilidad y la adaptación, inicialmente promoviendo la reutilización de los envases de plástico, con un esquema basado en el consumo responsable (reducir, reutilizar y reciclar) promovidas por la ONG Greenpeace, así realizamos nuestro aporte al medio ambiente, al contribuir con la reducción en el volumen de residuos plásticos, ahorro de energía y agua. Y ahora durante esta situación inédita y singular, hemos logrado comprender las necesidades reales del mercado y las han traducido en reestructuración de procesos, que van desde la en la formulación, hasta los protocolos de venta y de atención remota del cliente.
Entender que la concientización del riesgo de contagio ha cambiado algunos hábitos y prioridades de consumo de los clientes ha sido determinante. Por ello, el principal valor agregado en esta coyuntura se ha basado en reestructurar y blindar todos los procesos integrales del negocio, cumpliendo y excediendo las normas de bioseguridad en todo el ecosistema de empresas que conforman la franquicia, en los stakeholders internos, como los accionistas, colaboradores directos e indirectos, pero también los externos, como sus clientes, proveedores y la comunidad.
Siendo coherentes, no se trata de implementar medidas aisladas por el simple hecho de superar una inspección de las autoridades. Se trata de estructurar protocolos que no se limitan a la limpieza y el aseo de áreas, sino a la higienización y sanitización permanente de todos sus espacios de producción, almacenamiento, distribución y entrega, desarrollo de nuevas estrategias de venta que van desde lleva productos a las residencias de sus clientes, con protocolos de entrega mediante delivery que protegen la salud de sus trabajadores y clientes, reducir la permanencia de clientes en las tiendas de la red, asumir un rol activo en la contribución de la divulgación de los mejores contenidos y prácticas de prevención del coronavirus basados en protocolos científicos validados, adaptar las tiendas a los protocolos de bioseguridad más estrictos, señalizar de forma adecuada los espacios y velar por el estricto cumplimiento responsable, son algunas de las decisiones que han garantizado la preferencia de los clientes y la estabilidad del negocio.
Así como nos ha favorecido a Dtallao, nuestra sugerencia general para las franquicias de otros rubros es emular las acciones de bioseguridad, cumpliendo la normativa legal vigente, aplicando productos de desinfección, dotando al personal de toda la indumentaria requerida, estableciendo barreras físicas con lentes, mascarillas, caretas y cristales separadores, para lograr capitalizar uno de los valores agregados más importantes y preciados en tiempos de incertidumbre: la confianza y la credibilidad del cliente.
Franklin Landáez/ Director
@detallaovzla